En la tarde del pasado sábado 08 de febrero del presente año, con inmenso gozo y gratitud, la Iglesia de I.M.P. Arica Norte celebró el primer servicio general de la nueva avanzada, un acontecimiento que marca un antes y un después en la expansión del evangelio en la región de Arica y Parinacota. La ceremonia de consagración estuvo colmada de alabanzas, oración y el compromiso renovado de continuar llevando la Palabra de Dios a cada rincón de nuestra amada ciudad.

Primeramente se llevó a cabo una predicación en las calles del sector, entregando el mensaje de salvación a los vecinos del lugar donde se ubica esta nueva Casa de Dios.

El primer servicio fue coordinado por el hermano oficial Leonardo Araya, entonando el himno inicial N° 311 «¡Oh, amor de Dios», posteriormente se canta la alabanza «Hay un cielo nuevo», un canto entonado con fuerza en los corazones de los presentes, el gozo era evidente, siendo testigos de un momento histórico para nuestra Iglesia.

Nuestro pastor Isaac, visiblemente emocionado, compartió unas palabras de agradecimiento: «Damos gloria a Dios por su fidelidad. Hoy estamos aquí porque Él nos ha dado vida, salud y la preciosa oportunidad de ver este lugar convertirse en casa de Dios y puerta del cielo. Que este local sea un refugio para las almas y un faro de luz para todos los que buscan la verdad».

Su Palabra, el mensaje central, estuvo basado en Marcos 4:30-32, donde el Espíritu Santo nos habló que: cuando nuestro Señor Jesús compara el Reino de Dios con un pequeño grano de mostaza que crece hasta convertirse en un gran árbol, ofreciendo sombra y refugio. Así, este nuevo local de avanzada representa ese grano de mostaza, sembrado con fe y amor, con la convicción de que Dios hará crecer la obra y traerá muchas almas a sus pies.

Con este nuevo local, la Iglesia de Arica Norte reafirma su compromiso con la expansión del evangelio, fortaleciendo la comunidad de fe y brindando un espacio de adoración y enseñanza para todos aquellos que buscan a Dios. Sin duda, este es solo el comienzo de grandes bendiciones que el Señor derramará sobre su pueblo.

Estamos inmensamente agradecidos con nuestro Dios, es por ello que a Dios tributamos toda honra y toda gloria, Amén.